Manel Báez, socio directo GTI Academy
Una profesión artesanal, como la de mecánico, se ha transformado con el paso del tiempo en empresa. Enorme esfuerzo y todo mi reconocimiento a esos emprendedores que un día se dieron de alta en el régimen de autónomos y se lanzaron a la aventura empresarial.
En el inicio, de conocimientos técnicos iban sobrados, de ganas las que más, ilusión por todo lo alto, y desde el punto de vista económico, unas compras del recambio con unos márgenes que permitían una gran rentabilidad.
¡Éxito garantizado!, pero desde ese mismo momento se empezó a devaluar lo importante, nos cargamos el valor del conocimiento.
Había que poner un precio a la mano de obra. Pero era lo de menos, si con el aceite, las pastillas y otros elementos se tenía un buen margen, el trabajo y el conocimiento necesario para poder dar servicio quedó en un segundo plano. En nuestra actividad, en el 99% de los casos, la intervención va asociada a poner piezas para poder dar el servicio al cliente.
Mientras el sector iba creciendo se iba viviendo bastante bien, con mucho esfuerzo eso sí, con jornadas de trabajo por encima de las 8 horas, pero permitía un equilibrio entre esfuerzo y rentabilidad. Dio para ir adquiriendo propiedades, buenos coches, vacaciones… ¡Que tiempos aquellos!
El sector se fue haciendo grande, se ampliaron estructuras. En 2022, según datos de la consultora GIPA, la media de personal en taller de electromecánica era de 3.4, pero seguimos gestionando igual de mal (generalizando) lo importante de la actividad.
Esas contrataciones de personal técnico también las hemos ido devaluando, al no cobrar al cliente por el trabajo realizado por estos técnicos, es decir, regalando la mano de obra de ese técnico cuyo coste empresa supera los 2.500 €/mes.
Los cambios en la industria del automóvil son significativos, la evolución tecnológica ni que decir, solo hay que ver un motor del primer VW Golf y compararlo con el motor de su hermano de octava generación.
Nos hemos ido formando, invirtiendo en nosotros, invirtiendo en nueva tecnología y equipamiento para poder continuar con nuestra actividad, pero traduciendo esa inversión a 0 en nuestra empresa, convirtiendo inversión en un gasto en muchas de las ocasiones.
El 1 de enero de 2002 se puso en circulación el Euro. ¿Podéis, lo que ya teníais empresa en esa fecha, comparar el precio de venta de la hora en 2002 con el que tenéis en el 2024?
Una vez hecho esta comparativa, hacer lo mismo con los costes de vuestra empresa. ¡Susto!
Viajamos a la actualidad
El sector del automóvil supone un 7,7% del PIB español con una aportación de 60,908 millones de euros, según el último informe anual de la ANFAC (informe marzo 2023) y generando 66.000 puestos de trabajo, lo que representa un 9% de la población activa.
Pero no solo hay que hablar de cifras, sino de lo que aporta nuestra artesanal profesión al cuidado del medio ambiente, de hecho “debemos tener un máster en gestión de residuos” hoy en día. Y como no, todo lo que aportamos a la seguridad vial. Gracias a nuestra profesión viajamos más seguros.
A cierre del 2022, todo esto que pone en valor nuestra profesión, no se traduce en una rentabilidad óptima de los talleres. En carrocería se está luchando por tener un BAI de un 10%. Trabajo hay por delante cuando la realidad muestra rentabilidades del -2 a un +3%.
Y en la mecánica, hablando del sector independiente, los márgenes están sobre un +8%.
En los talleres electromecánicos, donde el peso de la facturación de la mano de obra supone un 30% de la facturación total del taller, en la gran mayoría de los casos no permite absorber costes estructurales, teniendo una rentabilidad negativa de lo importante.
En carrocería aún es más grave la situación, dado que el peso de la facturación de horas está sobre el 50%.
Estamos viviendo del margen de las piezas y del material de pintura, pero éstos van menguando y llegará el día que el taller compre a neto, como ya pasó con el neumático. Echemos la vista atrás y visualizar aquellos talleres de neumáticos, ¿dónde están hoy?
Ahora nos quejamos de que no encontramos profesionales. Yo tampoco querría trabajar en este sector hoy en día.
El salario que se paga a un Oficial de 1ª y de 2ª no está acorde con la grandeza y las responsabilidades de esta profesión. No haberle dado valor al conocimiento durante tantos años y a las inversiones ha conllevado devaluar la profesión.
La claves de la visión empresarial del taller y de una gestión óptima de los recursos está en conocer el coste de cada hora que se factura en taller, para ello solo tienes que conocer tus costes fijos y hacer la división entre el potencial productivo de tu taller, es decir la cantidad de horas facturables, por la ratio de eficiencia general (las horas que facturas).
En tener procedimientos de trabajo, definirlos para que todo el personal tenga claro el que, el quien, el como y el cuando.
En llevar un control de tiempos, el taller es un gestor de ello, con los fichajes de producción. Este control llevará a tu taller a incrementar la eficiencia operativa de las reparaciones, que es la forma más eficaz de reducir costes.
Apoyarse en las herramientas de valoración y de tiempos para aumentar la facturación y tener claro que el que nos paga las nóminas a todos son lo clientes, el usuario del coche.
El “esto siempre se ha hecho así”, o el “esto solo funciona en Madrid o Barcelona ya no es válido. O gestionas de forma profesional y con una visión empresarial tu empresa o acabarás odiando lo que tanto has amado.