La importancia del Profesional del Taller de Reparación en la Seguridad Vial es muy considerable y, además, debe de cuidar de realizar una reparación de manera satisfactoria, ya que es el último responsable de esto ante la ley.
La seguridad vial es una preocupación constante en nuestras vidas, y uno de los pilares fundamentales para garantizarla es el correcto mantenimiento y reparación de los vehículos. En este contexto, el profesional del taller de reparación juega un papel crucial, siendo un eslabón indispensable para asegurar que los vehículos circulen de manera segura por nuestras carreteras.
La importancia del Profesional del Taller de Reparación en la Seguridad Vial es muy considerable.
Pero en ocasiones, debe reparar o utilizar algunas piezas reparadas, como por ejemplo un faro; afectando en ocasiones al normal funcionamiento de estas piezas.
Dicho esto, y dándole vueltas al tema de los faros, he recurrido al Real Decreto 1457/1986, de 10 de enero, por el que se regulan la actividad industrial y la prestación de servicios en los talleres de reparación de vehículos automóviles de sus equipos y componentes, que es el “sancta sanctorum” de las obligaciones por las que debe regirse un taller. Dice así:
ART. 9. PIEZAS DE REPUESTO.
1. Todos los elementos, piezas o conjuntos que los talleres utilicen en sus reparaciones deberán ser nuevos y adecuados al modelo de vehículo objeto de reparación con las excepciones que se enuncian:
a) PREVIA CONFORMIDAD ESCRITA DEL CLIENTE, los talleres podrán instalar elementos, equipos o conjuntos reacondicionados o reconstruidos por los fabricantes de los mismos, por los servicios autorizados por éstos, o por industrias especializadas autorizadas expresamente por el Ministerio de Industria y Energía.
En la mayoría de los escenarios, estas reparaciones de reacondicionamiento y reconstrucción no están realizadas por el fabricante del vehículo, ya que en estas ocasiones lo mejor es sustituir esta pieza de seguridad activa.
Por supuesto que no hablamos de pulir un faro porque está amarillento o que se reparen las patillas del fato con un kit de reparación que vende el fabricante.
Además de realizar reparaciones y mantenimientos, el profesional del taller de reparación tiene la responsabilidad de educar al cliente sobre la importancia de mantener su vehículo en buen estado y seguir las recomendaciones de seguridad. Esta educación contribuye a crear una cultura de seguridad vial entre los conductores. Es por ello que el taller debería informar de esta acción al cliente.
Finalizo con una cita que encaja muy bien:
“El cliente no es una interrupción en nuestro trabajo, es el propósito de él.”
Mahatma Gandhi
Artículo de Víctor Gámez, Socio Director de GTI Academy